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Mostrando entradas de enero, 2013

Planeta no es igual a Mundo.

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¿Sabes eso que dicen de que venimos del mismo Planeta pero vivimos en Mundos distintos ? Un eufenismo de la soledad para explicar que no somos comprendidos, no al nivel que aspiramos.  Si pudiera ser un animal, elegiría el halcón. Y también el perro, y el león, y el oso, y el pingüino. Todos ellos me aportan una característica emocional difícil de suplantar por un ser humano. Todos ellos me dan la libertad de ser yo mismo. Porque hasta ahora he puesto demasiadas barricadas, he comprado escudos medievales para defenderme de las amenazas, he redactado contratos que me vinculan a la soledad y me anexionan al pasado. He desanudado la cuerda para frenar mi escalada. He levantado muros de hormigón y rencor contra aquéllos que han osado acercarse a mi vida. Y al final de todas las cosas, estoy yo compitiendo contra mí mismo y derrotándome a cada paso que doy. Descubro entonces que conmigo estoy más solo que de costumbre. Advierto que necesito rendirme a alguien para vivir de verdad,

Éxito: el viaje a ninguna parte.

Todo lo que he vivido me ha sabido a poco . Esta sentencia podría ser perfectamente mi nota de suicidio. Pero una advertencia denominada ética me asegura que la Vida es bonita con poco . Y debe de tener mucha razón, porque con la fragilidad onírica que padezco ahora mismo, diría que quiero empezar algo que no se ha terminado. Por si acaso, cogeré mis palabras: son la mejor forma que tengo, y en realidad la única, de conectar enteramente con el exterior. En la sociedad, las personas asumimos la derrota como parte del proceso de la vida , pero no podemos perder la esperanza sólo por sabernos derrotados. Tenemos la obligación de perseguir el privilegio de ser libres y felices al mismo tiempo, aunque lo busquemos por caminos diferentes. Lo que nos encontremos a mitad de esos caminos es lo que nos hará únicos.  Cuando nos marcamos un objetivo, empezamos desde el punto A hasta llegar a B . Nos enfrentamos a la distancia que abarca ambos puntos críticos, y por el hecho de poner sobre

Dos maletas, un aeropuerto.

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Estoy listo. Estoy listo. Listo para este viaje que empieza en tú y yo y acaba en nosotros. Estoy preparado. El tiempo es un clavo y nosotros la llama que lo prende. Quiero decirte que sí, lo estoy. Aquí y ahora, quiero viajar por la travesía de tu cuerpo sobrepasando la velocidad y los límites de un primer "hola". Llegar a la copa de tu Mundo quiero, quiero todo lo que lo corona. Mi trozo del pastel, y el pastel entero. El bizcocho, la llama, la vela. Mi imaginación vuela, vuelo yo con ella, ella eres tú, tú el barco, tú la vela. Me agito como un retruécano, un retruécano me agita. Una epifanía de invierno, un terremoto de besos en el terreno aéreo de tu boca. Estoy listo, estoy preparado. Vamos a viajar, yo he madrugado. Abre tú los ojos y no te pierdas el viaje. Aquí dormir nos cobra peaje. Somos dos maletas voladoras perdidas en la cinta del aeropuerto.

Mi columna vertebral.

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  Amor : puede ser la distancia que separa a dos cuerpos cortados por el mismo cuchillo; sesgados con la misma hoja de bisturí, diseñados con la misma moldura. El Amor es un error cerebral, un cortocircuito en el momento menos pensado, y finalmente es un eufenismo contra la soledad. Cualquier persona que ama es ególatra por naturaleza, pues pretende expectativas para la otra parte del vínculo. Hoy en día, se le toma como un mecanismo más, incrustado en nuestra rutina, y esa forma de manejar tal sentimiento le birla toda espontaneidad, lo hace aburrido, sistemático y virulento. Amamos y dejamos de amar porque es más sencillo que mantenernos suspendidos en el cable emocional. Creo firmemente que no sabemos amar porque no soportamos todo lo que viene después. Vida : Eres un ser humano, individual e independiente, creado específicamente por puro accidente, de una forma más o menos poética, y vienes a parar a un lugar que defines vida, sin siquiera proponértelo. No tienes derecho a

Muerte súbita anunciada.

Llegará un día cualquiera donde la Muerte vendrá a mí y al fin y sin fin moriré. Mi madre notará una punzada entre el pecho y el corazón; parecerá dolerle al mismo tiempo. Le dolerá el cráneo a mi hermana, mis pensamientos los pensará igual que yo los he pensado. Sufrirá mi hermano de los pies, y de todos los huesos que se elevan atómicos como huellas en el tiempo. Y mi padre me echara de menos más que de costumbre, sentirá que no le llega el aire en cada exalación que se pronuncia épica e inconstante en las ondas que se alborotan en su barba. Llegará un día en el que moriré, y también se perderán decididos pequeños retazos de sus vidas, las de mi Familia. Llegará un día en el que moriré, y no seré más que cicatrices adheridas a la piel que se agrieta en la corteza de su memoria. Cuando ese día me habite, daré gracias por la familia en la que he vivido.