Planeta no es igual a Mundo.

¿Sabes eso que dicen de que venimos del mismo Planeta pero vivimos en Mundos distintos? Un eufenismo de la soledad para explicar que no somos comprendidos, no al nivel que aspiramos. 

Si pudiera ser un animal, elegiría el halcón. Y también el perro, y el león, y el oso, y el pingüino. Todos ellos me aportan una característica emocional difícil de suplantar por un ser humano. Todos ellos me dan la libertad de ser yo mismo. Porque hasta ahora he puesto demasiadas barricadas, he comprado escudos medievales para defenderme de las amenazas, he redactado contratos que me vinculan a la soledad y me anexionan al pasado. He desanudado la cuerda para frenar mi escalada. He levantado muros de hormigón y rencor contra aquéllos que han osado acercarse a mi vida.

Y al final de todas las cosas, estoy yo compitiendo contra mí mismo y derrotándome a cada paso que doy. Descubro entonces que conmigo estoy más solo que de costumbre. Advierto que necesito rendirme a alguien para vivir de verdad, y para morir con orgullo.

Las palabras pueden roncar, y se deslizan intermitentes por la espiral roja de una emoción que se contiene en un puño de lágrimas. No dejo de pensar que únicamente yo pongo trabas a mi porvenir, que soy el mayor condicionante a la progresión. Cada obstáculo que se topa en el camino lo he colocado a propósito, porque me salgo de la dirección correcta buscando subsanar carencias en lugares equivocados. Cada día me doy más cuenta de que necesito asumir el hombre que quiero ser, porque mi cobardía no tiene medida. Necesito aceptarme y dejar de buscar esa aceptación en cualquier otra persona. Este momento de mucho pensar me ha servido para encontrarme un poco más dentro de mí mismo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué besamos tanto los obsesivos compulsivos?

¿Un libro basta para definirte?

La última vez que sentí algo por primera vez.