Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2014

El cuervo.

Si yo fuera un cuervo, no miraría vanidoso al fondo del cielo, ni pretendería perezoso que la oscuridad inundara como un desierto el oasis de mi mirada. Si la piel que invade mi cuerpo se echara atrás al contacto con el viento, y el aire y el árbol y la raíz y la semilla se desvanecieran de golpe porque yo cerrara los ojos y me convirtiera en un cuervo que vuela sin patas y sueña en blanco y negro. Si yo pudiera levantar la vista y alzar la huida como una aguja que se enhebra en la comisura de la carne. si yo pudiera arrancarme las arterias y venas con una mueca no tan quebrada en el precipicio de la boca. Si de mis arterias y venas no emanara soja y pena, yo no sería un cuervo desplumado ni esta muerte sería una pesadilla.

Una cara, Dos flechas.

Viene hacia mí con una sonrisa desbocada. Se la ve arramblar con la piel como una tortuga azulada que tiene urgencia por vivir. Yo sólo la miro mirarme, porque creo que el cielo es una libélula mal parida, y esa mujer indivisible, cuerpo de zorra, cara de ángel, se ha tragado una estrella de mar con sólo una mirada. ¿Por qué si no iba yo a ahogarme cada vez que la veo? ¿Por qué las dos flechas que componen su cara apuntan a mi boca, apuntan a mi nuca, apuntan a la arista de mi codo, a cualquier punto equidistante de mi cuerpo con el suyo? Yo sólo sé que la boca entera me sabe a manzana, a agua del grifo y a billete de diez euros recién sacados de la lavadora. Y que ahora compro un arco para devolver las flechas.

La Generación del XXI.

¿Qué clase de mundo le estamos dejando a la Poesía? Es la pregunta que llevo haciéndome varias noches. Porque no comprendo los sintagmas de la métrica.  La gente llora por un móvil, porque no hay pantalones de su talla o porque no aprueban el examen de conducir. Pero yo me hundo porque no me cuadra un verso. Un maldito verso. Todo se reduce a eso: la palabra, la retórica, llegar a componer algo verdaderamente maravilloso como para que sobreviva a nuestra propia existencia. ¿No lo hacía así Cernuda? No me imagino a ningún poeta de la Generación del 27 prefiriendo a una mujer o una cerveza en vez de una estrofa. Cada año entiendo un poco más la tristeza que soporta la Poesía. Ninguno estamos a su altura; ninguno demostramos ser lo necesariamente exigentes como para reventar el mundo literario y hacer un cráter en el pecho de todos los lectores del mundo.  Poesía no es escribir exactamente lo mismo que otros ya han hecho pero con distintas palabras. Hay que cuidar el contenid