Definición milimétrica de mi deuda con Ella.
Tienes más de tres formas contadas de reír. Tus ojos son dos avellanas inmensas en medio de la cara. Tu nariz, la punta de un iceberg que está por descubrirse. Tu boca son las líneas más sensuales y eróticas que jamás he tocado. Por encima de todo, la curvatura de tus labios es lo mejor de ti, y también de mí (cómo los combas para sonreír, y los dientes que se solapan como diamantes en la boca). Los dos lunares que se pierden por el océano de tu cuello me recuerdan que en medio del desierto tiene cabida un oasis, o dos. Tu tacto es suave como la piel de un melocotón que baila con el viento mientras pende su vida de una rama atada a un árbol. En tu piel trazan mis manos curvas hacia tu cintura donde es extremadamente frágil romperse con el deseo de encontrarte. Tu culo son cosquillas improvisadas. Y tus pies encierran una bailarina que lo único que aspira es a saltar un día tan alto que a poco consiga volar. Miras el Mundo y sabes que hay tristeza en él, pero tú lo ves con ciert