Ya no se sufre como antes.

Ya no se sufre como antes.
Una palabra mal puesta,
y sabemos cómo llorar,
nos ponemos a llorar,
rompemos a llorar
como si no hubiera mañana.
Mi abuela comía en un zulo
lentejas con lombrices,
y no lloraba, ni una lágrima,
porque ese día comía.

Qué mal me queda el pantalón,
tengo que adelgazar, soy un horror,
sin la talla 36, soy lo peor.

Cómete las lombrices,
y lo que es peor,
las lentejas, viejas,
porque yo tengo problemas
de los de verdad,
porque quiero vestir bien,
ser un yo parecido a alguien
que no sabe ni quién soy.
Porque en Sierra Leona tienen Ébola,
pero aquí tenemos moda,
y ojo cuidao',
cada enfermedad es un mundo,
y en cada mundo, un enfermo.

Qué mal repartido
está el Mundo interior
de algunas personas.
No faltan ombligos en el cuerpo,
ya no se sufre como antes,
ya lo decía mi abuela:
"en mis tiempos,
cuando la guerra...
y luego la posguerra..."

Y luego, la moda.

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