Justicia Poética.

Me he comido un semáforo
porque me prohibía llegar a ti.
Todo era de dolor sangre,
y me resisto a vivir
una vida lenta y colorante.

He trepado por la estela de tus hombros 
y he anclado en la proa de tu cuello 
centímetros de saliva y diente.

He sido corrosivo 
al marcar el camino de vuelta 
con el cerco de mis labios.
He incendiado con mi exhalación 
cada olor perfumado de tu barbilla.
Y por fin, cuando me atrapo 
en la fría y fina comisura de tu boca, 
la áspera y cercenada 
y también magullada 
curvatura de tus labios, 
no he sabido besarte 
porque nunca antes besar 
había importado tanto.

He roto a llorar 
y te he chillado 
con la boca bien abierta 
que me dieras una explicación, 
una razón a este terreno vedado
repleto de lágrimas en los ojos.
Yo, que no tengo los ojos 
sino para sonreír cuando te ven.
Yo, que no he roto una lágrima en tu cara 
en lo que va de infierno,
No entiendo cómo sucedes 
en la cueva de mis lagrimales.
No había llorado nunca, 
y será por ello 
que empiezo a chillar, a reír, 
a quedarme agónico, afónico, atónito.

¡No sé cómo se llora!

Pero sé sufrir por ti.

Vivo en un constante invierno 
desde que lo irresoluble 
es mandar un beso a tu boca 
y firmar sin remitente.
Justicia poética 
será robarte un beso 
y que tú te enfades,
porque no me cabe 
la rabia en el corazón, 
y haré de tripas tu razón.

Comentarios

  1. A los q vivimos en un constante invierno porque la primavera aguarda detras de su pecho...

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