Terrible Casualidad del Saludo

Te conocí en la casualidad, y ninguno de los dos creyó en mí. Entonces tú me dijiste "hola" y yo lo mandé todo a la mierda sin decir nada.

¿"Hola"? ¿Cómo que "hola"? Yo quería tu cara en mis manos y todo lo que naciera entre nosotros. Yo quería que me dieras tu Mundo entero sin tener que mediar palabra. 

Así, y solo así, es como deberíamos habernos conocido. Porque no existen palabras que igualen al Amor mudo y desnudo.

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