Felicidad incompleta.
La esclavitud perfecta es aquella en la que el esclavo no se da cuenta de que lo es.
La esclavitud es una institución jurídica que conlleva a una situación personal por la cual un individuo está bajo el control de otro. Tengo la impresión de que en esta sentencia la palabra "control" tiene una connotación emocional abrumadora. Dependemos de otros seres humanos, es una condición innata nuestra, tan adherida a nuestras emociones que rige nuestra conducta. Por ello, la esclavitud es una forma disfrazada de amar. Tener dependencia real por otra persona es alarmantemente precioso.
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| Para formar un corazón hacen falta dos personas. |
Yo dependo de las últimas veces que apareces por mi teléfono, de las palabras que se te escapan por la pantalla de mi ordenador, y del ritmo que marcan los compases de tu tristeza. Y todo esto es una esclavitud de carácter perpetuo. Porque vivo de echarte de menos, y cuanto menos sé de ti, más muero por dentro.
Pasarán los años y ambos entenderemos que el tiempo, en realidad, no fue más que la excusa que nos dimos para acabar el uno sin el otro. Y los besos que te debo serán una factura de restaurante donde me cobran hasta por respirar.
Estoy enamorado, estoy esclavizado. Y saberlo no repara el daño.
Nos perdimos en el camino en el momento en el que nos detuvimos a pensar qué sentíamos. Ahí, justo ahí, sentados y mirándonos, se nos fueron los sentimientos.
El Amor perfecto es aquel en el que el enamorado no se da cuenta de que lo está.
Es super chulo Esteban¡¡¡ Me encanta sobre todo con la frase k empiezas¡¡¡
ResponderEliminarCreo k no solo somos esclavos del amor, solo en ese sentido, a veces, si sabemos k somos esclavos...
Somos esclavos de la felicidad de los nuestros, de los estudios o trabajo, esclavos del sistema, de las amistades, de todo lo k nos rodea, aunk la mayoria de las veces de una manera inconsciente, ya k todo esto si es innato, ya nacimos con todo esto pero...no nacimos con el corazon ocupado por alguien con kien no compartimos genética, eso es duro, y el corazon no cede en unos años, dejaremos de sentir esclavitud cuando ese sentimiento sea rutinario, innato y forme parte de nosotros mismos, mientras tanto, intentaremos ser perfectos para el otro sin serlo.