El amanecer de los muertos vivientes.

¿Nos conocemos? Si es así, ¡hola de nuevo! En caso contrario, déjame que te explique esta página, el por qué.

Me llamo Esteban Belmonte, y tengo un maravilloso TOC. Pensarás que estoy loco, y no te equivocarías demasiado: yo también lo creo. Pero verás, es más divertido así, creativamente hablando. Soy un tipo con muchas ganas de expresar las cosas. Quizás, y con una pizca de casualidad, coincidamos en alguna de ellas y sepamos disfrutarlas ambos. Si no es así, no te guardaré rencor (¡prometido!).

¿Por qué un blog? Porque necesito que me leas, que me leas en tu casa en voz alta, o por la noche en voz baja. Regula tú el volumen, yo pongo la letra, y hagamos música. ¿Por qué un blog? Porque quiero que me conozcas de un modo que solo yo sé expresarte. Quiero que sepas de mí hasta los rincones más ocultos de mi cabeza. ¿Por qué un blog? ¿Por qué no? Porque ya tocaba. Es el siguiente paso evolutivo de una idea, un proyecto que tengo en mente, y del que te quiero partícipe al completo.

Aquí voy a recopilar y publicar todas aquellas notas que tengo en la cabeza con el fiel pretexto de causarte sensación.

Mi única idea será compartirme contigo, y que tú disfrutes con ello.




Bienvenidos a Mi Mundo.

Comentarios

  1. Vaya por Dios, me toca hacer el primer comentario? Esperemos pues al abrigo de la noche.

    Llámame envidioso, copión, predecible. Pero también hecho en falta explayarme en un blog y escupir ahí el sentimiento a pleno pulmón. Espera, es mentira, ya existe ese blog y no necesito otro; lleva descansando de mí unos años. Mil veces pensé en darle un meneo al dormilón y quitarle el polvo, quizá lo deje para mañana o quizá afronte la tarea para la víspera del Juicio Final, ya veremos. Pero echo de menos mezclar música y poesía con confesiones íntimas al aire, pues como dices luego por otro sitio las personas a veces nos fallan por inútiles, pues nuestro universo interno es demasiado inmenso como para intentar ceñirlo a ese zulo que es el mundo exterior.

    Hago mío el desaprovechadamente conocido poema de Gil de Biedma, y veo que en la vida no hay aplausos, más bien hostias a mano hueca y dolor para llenar millones de diarios y cartas de amor. Pero oye, aún podemos seguir siendo felices; yo lo soy conmigo mismo. Y por qué? Mira, me pongo una definición: "melancolía". Ella me abraza por doquier, y estoy aprendiendo a aceptarla con una sonrisa en la cara, que se joda. Al fin y al cabo soy eso, y no debo negarme.

    Seguiremos leyendo y a lo mejor comentando...

    ResponderEliminar
  2. Mucho abarcas tú con Gil de Biedma, pero tienes mucha cara de Sabina. Y lo sabes. Debieras coger tu blog de nuevo, y darle un cambio radical. Al fin y al cabo, las cosas no cambian tanto, solo cambian las ropas que llevamos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Por qué besamos tanto los obsesivos compulsivos?

¿Un libro basta para definirte?

La última vez que sentí algo por primera vez.