Estoy tremendamente ilusionado con este nuevo proyecto, y por ello quiero compartir algo mío que publicaron en una Antología Albaceteña bajo Ediciones "Que Vayan Ellos". Un poco de alegría veraniega.
Una vez, es coincidencia. Dos veces, casualidad. Tres veces, un trastorno obsesivo compulsivo. Me diagnosticaron TOC cuando necesitaba besar a una chica cien veces cada vez que nos despedíamos. Me explicaron todos que mi comportamiento era erróneo. No supieron entender que necesitaba besarla tantas veces como fuera necesario para que nunca me dijera "adiós". La despedida es el ejercicio de cobardía más profundo del ser humano. Somos la única especie que dice "adiós". Y a veces ni siquiera lo decimos. Soy una persona mecánica. Vivo de automatismos. Lo que para cualquiera puede ser respirar, para mí significa "no morir". Me aterra la idea de que algún día pueda morir. Soy dignamente consciente de que la muerte es irreversible, pero lo que de verdad me duele es esperarla toda mi vida. Por eso repito muchas cosas muchas veces. Porque necesito un estímulo por el que luchar contra la pérdida. Porque todo se reduce a eso: a perd
Hoy he sentido que yo tampoco tengo ni puta idea de qué hacer con mi vida, y me he visto irremediablemente ignorante. Y ha sido interesante, divertido, peligroso y triste a partes iguales. Me encanta cuando escucho en este vídeo: " nunca has visto a una mujer y te has sentido vulnerable ". Yo sí me he sentido así, y esa debilidad extrema es como ponerle al corazón, cuando se hiere, un parche y que siempre se rompa por el mismo sitio. La otra gran parte de la película son los prejuicios , ese gran aliado que siempre me la juega por la espalda. De todos modos, no podemos prejuzgar según el tipo de libro que leen las personas. Mi libro favorito es, si acaso, La sombra del viento, y aunque dudo mucho que me defina como persona, sí que se acerca gramática y sintácticamente hablando a algo que es parte de mí, o que aspiro a demostrar. Lo que está claro es que no necesitamos una carrera universitaria para sentirnos completos. Existen infinidad de modos diferentes de encontrar
¿Te gustaría conocer cuál ha sido el momento más intenso y romántico y a la vez íntimo y perfecto contigo? la última vez que estuve contigo, que tú me decías que andaba revolucionado (me hace mucha gracia esa palabra que empleaste). Tú y yo estábamos besándonos; todo era frenético y sensual. Entonces me miraste y me dijiste: "te quiero". Fueron dos palabras y elevaste el momento a otra dimensión. Todo cobró un carácter más cariñoso, dulce y agradable. Debo decir que jamás me había sentido tan cerca de ti. Desnudaste mi interior y me tocaste hasta el fondo. Me salió una sonrisa suave y hogareña, porque percibía que estaba donde tenía que estar con la persona que yo quería estar. El frenesí pasó, se ralentizó hasta tal punto que todo cursaba más despacio que mis emociones. Me mirabas y sonreías. Te miraba yo, y también sonreía. Nuestra primera vez fue caótica, porque por segundos parecía que no ocurriría nada, y luego sí sucedió. Fue brillante por
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